Etty fue una terapeuta nata. Por medio de la compasión, desarrolló habilidades para acercase a la vulnerabilidad de otros convirtiéndose en bálsamo para sus heridas.
Etty Hillesum entabló un diálogo profundo e introspectivo con el medio que la rodeaba. En sus escritos, dejó ver una sensibilidad especial en su relación con los árboles, las nubes y el espacio natural.
Su testimonio, su obra, sus reflexiones y el poder vigente de sus ideas,
hacen de Etty Hillesum una “partera del alma” para muchos de nosotros.
Etty descubrió a Dios en su interior. La fuerza que la impulsó a permanecer de pie en medio de la debilidad, la atribuyó a la conexión de su alma con lo divino.