Su testimonio, su obra, sus reflexiones y el poder vigente de sus ideas,
hacen de Etty Hillesum una “partera del alma” para muchos de nosotros.
Etty descubrió a Dios en su interior. La fuerza que la impulsó a permanecer de pie en medio de la debilidad, la atribuyó a la conexión de su alma con lo divino.